2 abr 2012

You belong with me; Capítulo dieciséis.

Dieciséis, ¿ya? Uh. Cómo pasa el tiempo.
Tengo que decir que este es uno de mis capítulos preferidos... de los que más he disfrutado escribiendo; no sé porqué. Supongo que aquí, después de un tiempo, Harry vuelve a ser el que era aunque sea momentáneamente. Las chicas son ellas mismas sin pararse a pensar en que ellos son quien son... Es un cúmulo de cosas que se han juntado todas en un capítulo y espero que os hagan disfrutar como a mí.
Antes de dejar la canción del capítulo, que este sí que tiene (por fin), quería añadir que no me gusta que no me dejéis comentarios... porqué me da la sensación de que no os gusta la historia, y eso no mola. La única manera que tengo de saber lo que opináis son los comentarios y si no comentáis... yo creo que no os gusta.
Sin más dilaciones os dejo la canción que sale en el capítulo... que no es ni más ni menos que "Hollywood" de Michael Bublé. Ya tardaba este genio en aparecer por mi tracklist... ¡Pero aquí está! Espero que os guste la canción, y el capítulo.
Hollywood - Michael Bublé ( http://www.youtube.com/watch?v=QBrlYtV60GA )

Capítulo dieciséis; Harry me prestará su coche y puede que algo más.

Aquella tarde estaba siendo bastante divertida y es que no podía ser de otra manera. Louis y Niall siempre estaban haciendo el tonto, y las chicas no paraban de reír. Y Harry… bueno, él estaba bastante callado pero de vez en cuando reía, decía tonterías, y participada en las carcajadas colectivas. Jodie no podía parar de mirarlo, y mira que se había jurado y perjurado que no lo haría más; pero no podía. Estaba enamorada y no era capaz ni de cumplir las promesas que se hacía a ella misma. Suspiró. ¿Y es que cómo no iba a estar enamorada de él? Le encantaba todo de él y no quería, ni podía, evitarlo.

-¿Me disculpáis un momento? – dijo Eleanor levantándose. – Tengo que ir a hacer una llamada.
-¿Ya vas a llamar a tu amante? – rió Louis.
-Claro. Es que me aburres. – le picó ella. Las chicas los miraban atónitas pero entre ellos eso era una broma íntima y personal.
-Vaya. La próxima vez intentaré hacerlo mejor.

Él se levantó también y le dio un beso a su chica. A Naomi se le cayó el alma al suelo pero eso era algo que debía superar. Louis tenía novia y ella era perfecta para él. La guapísima novia de Louis se fue alegando que tenía que llamar a Danielle, la novia de Liam, para concretar algo sobre aquella noche.

-¿Salís de fiesta juntos? – dijo Sam
-Generalmente sí. – respondió Niall.
-Pero hoy toca noche de chicas. – añadió Louis.
-¿Noche de chicas? – inquirió otra vez bebiendo de su batido.
-Sí. Hoy van a salir Eleanor y Danielle. Sin nosotros.
-Hoy les toca descansar de aguantarnos – rió Harry.
-Pues para mí no sería molestia aguantaros – opinó Naomi mirando a Louis.
-Créeme, cuando llevas un rato con nosotros… somos insoportables.
-Pues no me lo creo, Louis. – insistió la chica.
-Ya lo comprobarás, algún día. – concluyó él con un aire solemne.
-¿Ah sí? – rió ella. – Ya veremos quién tiene razón cuando llegue ese día, entonces.
-Me parece bien.
-¿Y por donde salís de fiesta?– preguntó Jodie dirigiéndose a Niall.
-No somos los típicos chicos a los que te los puedes encontrar una noche en cualquier discoteca. Nos gusta ir siempre al mismo sitio. – le explicó el irlandés.
-Somos clientes fijos de allí – rió Harry. – Además Louis conoce al dueño del local, y así puedo entrar sin problemas.
-¡Míralo el enano como se las arregla! – dijo Sam riendo.
-Se aprovecha de mis influencias. Sólo me quiere para entrar gratis, y emborracharse sin problemas – intentó hacerse el ofendido Louis, pero no lo consiguió.
-Oh, vamos… Louis. Sabes que eso no es así. Que mi amor por ti es sincero, yo te quiero. – Harry se acercó la mano al corazón e hizo un gesto para indicar que sus sentimientos procedían de lo más hondo de su ser.
-No intentes arreglarlo ahora, ricitos. No te creo – Louis le sacó la lengua.
-¡Vaya dos! – rió Naomi.
-¿Están siempre así? – preguntó Sam.
-Sí. – respondió Niall.

Las risas no cesaron, y continuaron hablando de lo que hacían cuando salían de fiesta. Los chicos les contaron sus anécdotas más graciosas, y sus borracheras más importantes. Quién lo iba a decir, ¿eh? Aquellos chicos que tenían cara de no haber roto un plato en su vida realmente habían roto más de uno y más de siete, también. Pero sus historias eran realmente divertidas y ellas no podían parar de reírse.

Poco después, a la mesa, se incorporó Eleanor que ya había vuelto de hacer su llamada y concretar cosas para su noche de chicas junto a sus amigas y Danielle.

-Entonces no os esperamos despiertos, ¿no? – preguntó Louis cuando Eleanor acabó de explicar lo que harían aquella noche.
-Creo que no – rió ella. – Las chicas también necesitamos divertirnos. No solo vosotros.
-En eso estoy de acuerdo – dijo Jodie.
-¿Ves? – Eleanor rió otra vez colocándose bien el pelo.
-Las chicas son guerreras – rió esta vez Niall.
-Completamente cierto – apuntó Sam. – Sobretodo nosotras.
-Oye, chicas. – dijo Eleanor. - ¿Os apetece venir esta noche?
-¿En serio? – preguntó Naomi.
-Sí. Si queréis, claro…
-¿Estás de broma? ¡Claro que queremos! – se apresuró a decir Sam.
-Pues no se hable más. Esta noche, noche de chicas. – concluyó ella.
-Lo que me faltaba por ver que mi novia y mis fans me dejen de lado. – dijo Louis intentando llamar la atención.
-Supéralo, Lou. Es lo que hay – añadió Harry riendo.
-¿Cómo que lo supere? Me están abandonando.
-No lloriquees. – volvió a decir el chico de rizos.
-Lou, cariño, no te abandonamos. Luego volvemos – le dijo Eleanor.
-Claro. Y si quieres vamos a arroparte y a darte las buenas noches – rió Naomi.
-¿Vendríais todas? – rió él con cara de niño bueno.
-Obviamente. – esta vez habló Jodie.
-Pues entonces acepto esa opción. Esta noche quiero que me arropéis y me leáis un cuento.
-¡Ala! Anda que no sabes tú… - dijo Niall pegándole una colleja.

La tarde iba pasando entre risas, miradas, batidos, y largas conversaciones. En una de esas largas conversaciones decidieron que Louis llevaría a Niall y a Eleanor a casa mientras que Harry acercaría a las tres chicas hasta sus casas; les daría tiempo a cambiarse y las llevaría hasta el punto de reunión donde habían quedado todas. Le había tocado por ser el único, además de Louis, que tenía carnet de conducir. De todas maneras, no le disgustaba tener que hacerlo así podía mantener la cabeza ocupada y no pensaba en Caroline. A pesar de que las chicas se habían negado a aceptar a Harry de chofer puesto que podían coger el metro o ir caminando a casa Louis insistió tanto que acabaron aceptando.

Durante la tarde Sam estuvo pensando en Zayn; hacía bastante tiempo que no le veía y le hubiera gustado habérselo encontrado aquella tarde, pero no tuvo suerte. Aunque si las cosas iban bien puede que el destino hiciera que se encontraran aquella noche. Sonrió al pensar en él. Le gustaba mucho, demasiado. Pero entonces se sintió algo culpable por quererle. Ella estaba con Dylan y le quería, claro que sí. Su amor por Zayn era algo totalmente platónico; nada más.

Jodie no paraba de mirar a Harry y de vez en cuando sus miradas se encontraban. Eran unos segundos, tensos pero mágicos a la vez. Cuantas más veces lo miraba y veía que sus ojos la estaban mirando más confundida estaba. Cuantas más veces él sonreía, más le gustaba. Aquello no podía ser bueno, y por si fuese poco tendría que aguantar que la llevara a casa. Suspiró. ¿Por qué no encontraría ella a otra persona con la que poder empezar de cero? Naomi tenía a Pierre, y Sam a Dylan. Y ella… ella sólo tenía el pensamiento de Harry, las veinticuatro horas del día.

No demasiado lejos habían otro intercambio de miradas triangular entre Naomi, Louis y Eleanor. Los tres se iban mirando mutuamente. A veces la mirada de las dos chicas coincidía y Eleanor le regalaba una sonrisa a Naomi. Otras veces era la mirada de Louis la que buscada la de la chica, y ella se ruborizaba. Y otras tantas veces cuando miraba se encontraba con que los ojos del chico miraban con sentimiento enamorado los de Eleanor.

Eran las siete y media; fuera empezaba a oscurecer y decidieron marcharse. Salieron del establecimiento y se despidieron en la puerta. Niall, Eleanor y Louis se fueron hacia la derecha y las chicas y Harry se fueron hacia la izquierda. Caminaron las tres junto al chico de rizos hasta llegar al coche; un gran todoterreno de color negro. Jodie se lo quedó mirando; el famosillo no reparaba en gastos por lo visto.

-Vaya cochazo, ¿no? – preguntó Sam mientras Harry abría la puerta del conductor.
-Tampoco es nada del otro mundo – dijo él encogiéndose de hombros.
-¿Qué no? Yo para comprarme esto tengo que trabajar durante toda mi vida, o más – rió Naomi subiéndose en los asientos traseros.
-¿Tienes carnet? – preguntó él.
-Sí.
-Pues ya te dejaré el coche algún día – sonrió.
-¿De verdad?
-Claro. ¿Por qué no? Mientras que no te multen, ni nada por el estilo…
-Te tomo la palabra, Harry Styles. – aseguró Naomi.

Harry estaba en el asiento del conductor encendiendo la radio mientras que Naomi y Sam que estaban en los asientos traseros se ataban los cinturones. Jodie seguía fuera mirando el coche.

-Jodie, entra. No conduzco de manera temeraria, puedes estar tranquila – bromeó él.

Ella sonrió. Cada vez estaba más simpático, más bromista, más él. Y eso le gustaba. Volvía a ser el Harry que ella creía conocer, ese Harry del cual se había enamorado desde el primer segundo. Entró y se sentó en el asiento del copiloto; sólo para estar más cerca de él. Total ya había incumplido su promesa de no hacerle caso… por tanto, ¿qué más daba?

-Jodie, ¿sabes qué? – dijo Naomi.
-No, dime – contestó ella mientras se abrochaba el cinturón.
-Harry me va a dejar su coche.
-¿En serio?– preguntó mirándole.
-Así es. Se ha enamorado de él. ¿Qué vamos a hacerle? – rió él.
-Yo sé otra cosa que Naomi querría que le prestaras… - murmuró Jodie.
-¡Oye! Tú te callas – gritó la aludida porque sabía a lo que se refería su amiga.
-Ah sí, ¿y qué es?
-¡Yo lo sé! – añadió Sam riendo.
-¡Cómo digáis algo os parto las piernas! – advirtió Naomi.

Harry no entendía nada pero se ve que aquello era una especie de secreto interno. No quiso preguntar por miedo a que Naomi respondiera violentamente a sus preguntas; así que se limitó a observar la escena sonriente. A todo esto, el coche seguía aparcado.

-Naomi quiere que le dejes a… - empezó a decir Sam pero la mano de Naomi le tapó la boca justo a tiempo.
-¡Que te calles, rubia! – dijo ella.
-¿A qué lo digo yo? – añadió Jodie riendo.
-Ni se te ocurra.
-Ya se me ha ocurrido. – Harry rió ante ese comentario pero siguió callado.
-Cómo digas algo atente a las consecuencias.
-¿Y qué consecuencias son esas? – preguntó desafiante.
-Que le diga yo a Harry la cosa que tú querrías que él te prestara.

Jodie abrió los ojos como platos, y Sam empezó a reírse descontroladamente como pudo porque su boca seguía tapada por la mano de su amiga. La pequeña de ojos verdes se ruborizó e intentó desaparecer pero no pudo.

-Eres retorcida, Naomi. – dijo mientras la miraba con cara de odio.
-Lo sé. Así que ya sabes lo que te espera como digas algo.
-Me las pagarás. Que lo sepas.

Harry que hacía rato que había perdido el hilo de la conversación las miraba curioso. Sólo había entendido que entre ellas había dos secretos relacionados con él, bueno… con cosas que él tenía y que podría prestarles algún día. O eso había entendido él. Sacudió la cabeza, y arrancó el coche.

El vehículo se había quedado muy silencioso así que Harry puso un CD de música; y de repente una canción titulada “Hollywood” de Michael Bubblé empezó a sonar. A las tres chicas les gustaba mucho la música de Michael Bubblé, especialmente a Naomi que empezó a cantar como si le fuera la vida en ello. El chico de pelo rizado la miraba por el retrovisor y sonreía. Ahora que las iba conociendo mejor; aquellas tres chicas le empezaban a importar más de lo que él estaba dispuesto a admitir.

-Baby Hollywood is dead; you can find it in yourself! – cantaron todos a una.

La canción terminó y empezó otra canción que no era de Michael Bubblé. Harry la tarareaba mientras sus dedos marcaban el ritmo de la música en el volante; al parecer era el único que conocía aquella canción.

-A ver… ¿A dónde vamos primero? – preguntó él.
-¡A mi casa! – dijo Sam.
-Tendrás que indicarme cómo llegar porque, desgraciadamente, no soy taxista sino cantante. Y por eso no me conozco todas las calles de Londres.
-Que remedio… A quién yo le diga que he tenido que guiar a Harry Styles hasta mi casa, no me cree. – rió la rubia.

Pocos minutos más tarde después de miles de indicaciones por parte de Sam estaban en la puerta de su casa. Tuvieron suerte y encontraron sitio para aparcar en la misma puerta. Sam le preguntó a Naomi que si podía subir con ella para aconsejarla con la ropa, aunque ambas sabían que no era ese el motivo por el cual la rubia había dicho eso. Se bajaron del coche prometiéndoles a Jodie y a Harry que no tardarían mucho en bajar.

Jodie aprovechó el momento para sacar su móvil y llamar a su madre. Esperó a que lo cogiera pacientemente pero su madre no respondió. Resopló. Y miró de reojo a Harry que la observaba atentamente. Ella volvió a marcar el número, tenía que avisar a su madre de que ahora iría a casa pero que no se quedaría mucho tiempo.

-Jodie, cariño, ¿qué pasa? – respondió la madre de la chica.
-Hola mamá, te llamaba para que no te preocuparas. Que en unos minutos estaré en casa. ¿Vale?
-Vale. ¿Vienes con las chicas?
-No. Bueno, sí. – dijo ella.
-Explícate. – le pidió su madre.
-A ver… Es un poco difícil de entender. – suspiró Jodie.
-Creo que podré seguirte.

Ella miró a Harry que se estaba enterando de toda la conversación puesto que en aquel vehículo había un silencio sepulcral.

-Harry nos lleva en coche a casa – dijo por fin ella.
-¿Harry? ¿Qué Harry? No conoces a ningún Harry excepto a… - la madre de la chica calló.
-Exacto. Ese Harry. – él rió.
-¿Qué me he perdido, Jodie?
-Te he dicho que era difícil de entender. – esta vez rió ella.
-Y si no me lo cuentas más.
-A ver mamá, atenta que te hago un resumen. – hizo una pausa y continuó hablando. – Después del concierto del otro día les conocimos, luego los fuimos a ver a la revista y hoy nos los hemos encontrado en Milkshake City. La novia de Louis nos ha invitado a salir con ella de fiesta, y Harry se ha prestado voluntario para acercarnos a casa en coche. Fin.
-Y ahora es cuando me cuentas que Harry y tu os habéis casado en Las Vegas y os vais de a luna de miel a Hawai, ¿verdad?

Harry estalló en una carcajada sin poder evitarlo, y Jodie se ruborizó. Mataría a su madre.

-¿Quién se ríe? – preguntó ella al ver que su hija no decía nada.
-Harry. – susurró – Te ha oído, ¿sabes?
-Vaya. Lo siento, Jodie. – rió su madre.
-Ya no importa. Bueno, mamá… que ahora me llevará Harry a casa. Y luego saldré con las chicas por ahí.
-Vale cielo, te espero en casa.
-Adiós, te quiero. – y antes de que su madre pudiera decir nada más colgó.

8 comentarios:

  1. Hola guapa!

    He rigut molt amb aquest capítol! Jo també m'ho he passat molt bé llegint-lo! I com ha fotut la pota la mare de la Jodie! jajajajaja.... Pobre Jodie! jejeje.... Amb ganes de llegir el capítol 17! :D

    Petons guapa!

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    1. Hahaha, m'alegra molt que t'agradi Marta :') I més aquest capítol que és dels meus preferits <3
      Avui pujaré el capítol 17... so, estigues atenta! ^^

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  2. En algun Sant Jordi quan estigui fent cua perquè em signis un llibre dels teus i et digui que sóc la Faralai, te'n recordaràs de mi, oi?

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    1. I tant que m'enrecordaré de tu Faralai! :) I tan debò que passi, això de que vinguis perque et signi un llibre meu ^^

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  3. me encantaa tu novee !!! :) siguela

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  4. Hola! Va, avui et comento aquí (Sóc l'Anna). Saps? Ja casi ni me'n recordava d'aquest capítol jajajaja m'encanta el tros en que la Jodie truca a la seva mare, es genial jajaja
    I bé, això vol dir que ja s'acosta el moment en que surto en escena jo, no? ja tinc ganes de llegir-ho :)

    Un petó guapa!

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    1. Weah Anna! :) Sí, queda poquíssim perque surtis tu... Al següent capítol fas la teva aparició estelar. :):)
      Love you <3

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