20 mar 2013

You belong with me. Capítulo treinta y cuatro.

JEEEEEEEEEEEEEEEELOU. Subo mientras espero a que los cinco feitos estos se dignen a parecer en el livestream. Si no tenéis el link para verlo os lo dejo aquí y disfrutad a lot de mucho, como lo haré yo.
Y bueeeeeeeno, sobre el capítulo... deciros que acabo de terminarlo. Sí, últimamente voy con las reservas de capítulos fatal. Tan fatal que no tengo ninguno de reserva. *Se va al rincón a llorar*. Bueno, la cuestión es que se van a liar (un poquito más) las cosas. Y ya se verá lo que pasa. Espero que os guste y que me digáis que os parece.


Capítulo treinta y cuatro: Celebraciones y soluciones distintas.   
La gala se les estaba haciendo eterna a todos.
Después de la alfombra roja habían entrado en el recinto donde se entregarían los premios no sin ofrecer, a la vez, un buen espectáculo de música y entretenimiento.
-       ¿Cómo lo estás pasando? – le preguntó Danielle a Anne entre susurros.
-       Bien, es demasiado glamuroso, pero bien. – rió.
-       Es lo que tiene… - ella también rió y luego apretó la mano de Liam, quien estaba sentado a su lado. – Yo ya me he acostumbrado a acompañarle.
-       Pero es que… - dijo Anne más bajo todavía. – se supone que no es mi obligación acompañar a Niall, no tengo que “acostumbrarme” a nada.
La chica miró hacia su derecha, donde se encontraba el irlandés observando el espectáculo, y sonrió sin poder evitarlo. Sí, no era su obligación acompañarle pero le gustaba hacerlo aunque se sintiera observada en todo momento.
-       ¿Interesante? – susurró ella cerca de su oído. Niall giró la cabeza y la encontró muy cerca de él. ¡Eso sí que era interesante! 
-       Mucho. – contestó.
Anne rió sin poder evitarlo y prestó atención al escenario. La interesante actuación había terminado y salió uno de los presentadores. Se colocó en medio del gran escenario y empezó a hablar sobre las nominaciones y los candidatos que aspiraban a los premios esa noche.
-       Y vamos a entregar el premio a la mejor banda británica. Pero primero vamos a ver los candidatos aspirantes… ¡Suerte a todos! - dijo el presentador.
Los cinco chicos se tensaron al escuchar que estaban a punto de saber si ganarían o no el premio. Esa era su candidatura y se habían esforzado mucho para estar donde estaban en aquel momento. Los nervios estaban a flor de piel y se podía notar en el ambiente. Las pantallas los enfocaron cuando dijeron su nombre y ellos sonrieron ampliamente intentando mostrar calma. Sus acompañantes también sonreían alegres, algunas más acostumbradas a las cámaras que otras.
Una chica se acercó al presentador con un sobre en la mano que él aceptó de buena gana. La suerte estaba echaba. ¡Qué nervios! El momento había llegado.
-       Y los ganadores son… - el presentador abrió el sobre con mucha expectación. - ¡One Direction!
El  mundo empezó a dar vueltas muy rápido para los cinco chicos y no sabían cómo pararlo. Pero justo después empezó todo a ir a cámara lenta.
Los ojos de Harry se empañaron de lágrimas, de alegría (claro está), y su primer pensamiento fue: “Lo hemos conseguido”. Escuchó no muy lejos de él todos los gritos del público y las palabras de alegría de sus compañeros.
Zayn estaba dando saltos de alegría junto a su hermana. ¡Lo habían logrado! No podía estar más contento. Aunque se le ocurrió una manera de hacer que aquella noche fuera mucho más perfecta: en compañía de Sam. En cuanto se dio cuenta de lo que estaba pensando negó con la cabeza y se abrazó a su hermana con fuerza.
Niall saltó del asiento al oír las palabras. No se lo podía creer. Miró a los lados y vio como la euforia se desataba por todos los lugares. ¡Habían ganado! Anne se levantó con él y le dio un abrazo amistoso para felicitarle. Pero era tanta la alegría que invadía al irlandés que le dieron ganas de besarla. Y no se contuvo. Junto los labios con los de la chica en un beso fugaz y tierno lleno de alegría, lleno de intensidad. Un beso que decía “me alegro de que me acompañaras”.
Louis levantó en brazos a Eleanor, en medio de los asientos, en un acto de alegría total. Ella simplemente rió diciéndole al oído lo orgullosa que estaba de él y que tenía que celebrarlo con los chicos. El mayor asintió y se fue a buscar a Liam que estaba dándole un tierno beso a Danielle.
-       ¡Liam! – gritó Louis.
-       ¡Boo bear!
El mayor rió porque, aunque fuera sólo por aquella vez, le dejaría llamarle así. ¡Habían  ganado! Y en aquel momento nada más importaba. Los dos chicos se fundieron en un abrazo al que pronto se le incorporó Zayn, quien se encontraba a su lado.
-       ¡Lo hemos conseguido! – la voz de Harry, quién le había dado un feroz beso a Caroline lleno de necesidad y felicidad, les sobresaltó cuando el chico se subía encima de Liam a caballito.
-       ¡Ricitos! – gritó Niall tirándose el también a esa particular piña.
Los cinco se abrazaron y Harry se dio cuenta de que no era al único al que se le habían saltado las lágrimas de alegría. Zayn se limpió los ojos tímidamente con la mano mientras Louis le daba unas palmaditas en el hombro antes de ir al escenario a recoger su premio.
*
Sam y Jodie estaban en uno de los reservados de la discoteca con una de las mejores compañías que se podían esperar aquella noche: Dylan y Eddie. Gracias a que estaba siendo una noche bastante tranquila el pelirrojo se había podido tomar un descanso, bastante merecido.
Debido a que era una de las discotecas más exclusivas de todo Londres, también tenía uno de los reservados más exclusivos de Londres. Y las dos chicas podían ir cuando quisieran ya que Eddie les acababa de decir que para ellas siempre habría un lugar allí. “Las amigas de mis amigos, son amigas mías también” había dicho él. Al oír aquello Jodie se quedó pensativa… ¿eran amigas de One Direction? No, no lo eran. Eran conocidas con demasiadas confianzas. De las únicas de las cuales, quizá, sí que eran amigas eran de sus novias. Y puede que ni eso. Pero le gustó la idea de poder ir a ese sitio a divertirse cuando le apeteciera.
-       ¡Vamos, Eddie, ven a bailar! – le propuso la pequeña tirándole del brazo intentando levantarlo del sofá.
-       No, no. Yo no bailo. – se negó él mientras le daba un sorbo a su cubata. – Baila tú, yo te miro desde aquí.
Jodie no se lo pensó dos veces y cogió a Sam para bailar en la pequeña pista del reservado, la cual estaba vacía. Ambas contoneaban las caderas al ritmo de la música y bailaban haciendo movimientos bastante provocadores.
-       ¿Qué te traes con el pelirrojo? – preguntó Sam mientras bailaban.
-       ¿Yo? ¿Con Eddie? Nada.
Jodie rió. ¡Ya le gustaría! La verdad es que era muy guapo pero ella tenía el corazón demasiado atontado por el chico de rizos. Aunque… un clavo saca otro clavo, o eso decían.
-       Yo creo que a él le gustas. – insistió la rubia mirando a Eddie.
-       Aunque eso fuera cierto no cambia las cosas. – dijo bebiendo de su cubata.
-       ¿Y cuáles son las “cosas”?
-       Harry y Caroline. – Sam rodó los ojos. ¡Qué pesadilla de tema!
-       Cambia de tema, enana, que te estás rallando ya, eh.
-       ¡Ai, déjame! – rió y siguió bailando.
Pero los pensamientos la asaltaban. Quizá sí que estaba ya más que rallado el tema… pero no podía hacer nada. A su amiga rubia le pasaba igual con el tema de Zayn aunque cuando llegó Dylan lo cambió todo. O sea, Sam seguía sintiendo cosas por el chico de ascendencia árabe, era obvio, los sentimientos no desaparecen de un día para él otro… pero Dylan eclipsaba todo aquello dejándolo en solo un amor platónico. Jodie suspiró y miró a Eddie. Quizá… solo quizá él podría ser el que eclipsara a Harry, si es que había alguien que pudiera hacerlo.
Cuando se cansaron se acercaron a la barra y volvieron a sentarse en los sofás en los que estaban Dylan y el pelirrojo, que no les habían quitado los ojos de encima.
-       Estoy cansadísima – rió Sam.
-       ¡Que poco aguante! – le contestó Jodie. Y luego miró a Eddie. - ¿Qué hora es?
-       Las… - el chico miró su móvil y a parte de mirar la hora vio que tenía un mensaje sin abrir. – las doce y poco.
-       Guay. Aún nos queda noche. – comentó Dylan. Todos asintieron.
El pelirrojo abrió el mensaje. Era de Eleanor y tenía una información clara y concisa: “Han ganado. Cuida de las petardas. Besitos, Els, xx.” Sonrió sin poder evitarlo. Estaba muy orgulloso de sus amigos.
-       ¿Qué sonríes tanto? – preguntó Sam, a quién el alcohol empezaba a hacer efecto.
Eddie le pasó la mano por los hombros a Jodie y le dio un beso en la frente. Y tanto que la cuidaría… de la mejor manera posible, si ella quisiera. La pequeña sonrió ante su muestra de cariño y esperó su respuesta.
-       Nada. Eleanor me ha mandado un mensaje. – comentó sin darle más importancia.
-       ¿Y qué dice? – quiso saber Jodie.
-       Han ganado.
-       ¿¡EN SERIO!? ¡QUÉ BIEN! – Sam estaba muy emocionada. Quería llegar a casa y ver los premios, aunque fueran repetidos, en cambio… Jodie no parecía tan emocionada.
-       Es fantástico. – añadió ella desganada.
-       Eh… ¿Qué pasa? – preguntó Eddie, algo preocupado.
Ella no quería responder. ¿Para qué darle más vueltas al asunto? No serviría de nada. Estaba contenta por ellos, claro que sí, y orgullosa como fan que era pero eso tampoco cambiaba las cosas. Harry seguía feliz y con su vida perfecta en la cual estaba incluida su novia y no ella.    
-       Que Harry está con Caroline, eso pasa. – contestó la rubia por ella. Dylan rodó los ojos. No quería que ellos monopolizaran la conversación, como siempre.
-       Bueno… pero ahora estamos aquí. – empezó a decir – Y ellos en otro sitio. Propongo que nos divirtamos y ya está.
-       Me parece bien. – susurró Jodie. – Yo quiero otro cubata. – Se giró y miró con ojos de cordero degollado a Eddie. – Uno de esos tan ricos que tú haces, porfi.  
-       Creo que ya has bebido suficiente.
-       Venga, Eddie, por favor.  – suplicó - Es para ahogar las penas y esas cosas.
-       Ahógalas de otra manera.
Jodie alzó una ceja. ¿Estaba insinuando algo? Él simplemente rió y eso la dejó más confundida. Cuando él acabó de reírse se quedaron mirando a los ojos unos segundos. Eran de color verde, como los de Harry. ¿¡Qué pasa que nunca se lo podía sacar de la cabeza!? Aunque era un verde diferente, uno que te llamaba y te incitaba, uno que estaba libre de compromisos.
-       Tendré que encontrar esa otra manera.



4 mar 2013

You Belong With Me: Capítulo treinta y tres.

Siempre que cuelgo me excuso porque tardo mucho,... me vais a matar un día de estos. PERO YA OS TRAIGO CAPÍTULO. Además de una buena noticia: ya tengo todo pensado hasta el final, quizá faltan por pulir algunos detalles y cosas así... pero ya está. Ahora solo falta lo peor encontrar tiempo, entre tanto examen, para escribir.
Pues nada mujeras... este capítulo no trae canción, lo siento a lot de mucho pero no he encontrado ninguna que le pegara. Así que nada...  os dejo con el capítulo número treinta y tres. Espero que os guste. <333


Capítulo treinta y tres: Recuerda tu promesa.
Los nervios estaban a flor de piel. El baño estaba todo patas arriba con un montón de chicas yendo y viniendo probándose conjuntos, maquillándose, peinándose, etc. Menos mal que el baño de la casa de Danielle era grande, sino… tendrían un problema.
Sam y Jodie estaban sentadas en la cama con las piernas cruzadas observando a sus tres nuevas amigas que no paraban de pedirles consejo. Sonreían intentando esconder la tristeza de no poder acompañarlas esa noche. Aunque también sonreían porque tenían sus propios planes.
-Oye, chicas, ¿tenéis el número de Eddie? – preguntó Jodie.
-¿Qué ahora te vas a interesar por el pelirrojo? – rió Eleanor. – Es un buen partido, pequeña.
-Cállate anda. – la chica le tiró un cojín que Eleanor esquivó con gran facilidad. - Solo queremos ir a hacerle una visitilla.
-Vosotras vais a emborracharos.
-¿Y qué? – inquirió Sam desafiando a Danielle. – Vosotras os emborracharéis después en la “post-gala de los premios”. – continuó haciendo comillas con los dedos mostrando su descontento por no poder ir.
-Eso es cierto. Ir y divertíos.  
Danielle salió del cuarto de baño poniéndose unos pendientes y sonreía de oreja a oreja. 
-Divertíos vosotras también. – dijo Jodie.
*
Después de muchas horas arreglándose las chicas salieron de casa de Danielle y se dirigieron a casa de los chicos donde ellos tenían más invitados entre ellos Simon o Caroline Flack. Pero ninguna de ellas lo sabía.
Llamaron a la puerta y un sonriente Niall abrió.
-Vaya, ya han llegado las guapas de la fiesta. – rió.
-Oye, ¿y las que no vamos? – se quejó Sam.
-¡Eh! Habéis venido. – dijo sorprendido dejándolas pasar al recibidor.
-Claro no nos podíamos perder este momento tan importante. – comentó Jodie entrando en el interior de la estancia.
En la puerta estaba Harry apoyado en la pared con su sonrisa de pícaro. Su mirada se posaba en algo o alguien que estaba fuera de la visión de la chica pero tampoco le preocupaba. Simplemente podía pensar en lo guapo que estaba y en… ¡Caroline Flack! Sí, esa que ahora mismo estaba cogiéndole de la chaqueta del traje y le estaba metiendo la lengua hasta la campanilla. Jodie desvió la mirada. Será guarra. Que envidia le tenía.
-Pero no es preocupéis, nos iremos pronto. – añadió en un susurro.
-¿Pronto? ¡Pero si no molestáis! – dijo Louis acercándose a su novia. Le dio un tierno beso en los labios y sonrió.
– Es una pena que no vengáis vosotras también. – añadió Liam.
-Sí, lo es. – esta vez habló Zayn que miraba a Sam intensamente. – Por desgracia cada uno solo puede tener una acompañante y el cupo esta completo.
-¿Y tú con quien vas? – preguntó Sam. “Que no me diga que con su novia, por favor” añadió en sus pensamientos.
-Con mi hermana. – rió. – Algo triste cuando todos estos van con sus novias pero le hace ilusión venir.
Sam se quedó más tranquila con la respuesta del chico pero luego se alarmó puesto que a ella no le tendría que importar si tenía novia o la dejaba de tener. Ella tenía su novio y era feliz con él. ¿Por qué estropearlo?
-¡Eh, que yo no voy con mi novia! - se quejó Niall haciendo que Anne se ruborizara y todos los demás rieran.
-Poco tardaréis en estar juntos.
La voz de Harry uniéndose a la conversación diciendo lo que todos pensaban les sorprendió. Todas las miradas se dirigieron hacia él y su acompañante. Jodie hizo una mueca, a pesar de estar enfadada con él (y con razón) no podía evitar esos celos y esas ganas de ser la única en su vida. Y eso era lo que más le fastidiaba.
 Niall se ruborizó levemente pero, debido a su pálida piel, se notaba más de lo que él quisiera aceptar. Miró a Anne de reojo y vio que ella también estaba sonrojada. Se puso las manos en la cara, intentando esconderse, y Danielle le dio un tierno abrazo. ¡Vaya dos tortolitos!
-Ahí te doy la razón. – rió Louis.
-¡Yo también te la doy! – comentó Liam.
-Eh, ya vale, ¿no? – se quejó el irlandés sin dejar de mirar Anne.
-Pero si es la verdad… - susurró entonces Jodie.
-¿Tu también?
-Lo siento, rubito.
Niall le dio un tierno abrazo a Jodie para darle a entender que no importaba. Realmente no le incomodaba la situación puesto que él quería volver con Anne, lo que sí le preocupaba era la reacción que esa situación provocara en ella. La susodicha excusándose se marchó de allí y se dirigió al cuarto de baño.
Se echó un poco de agua por la frente y al nuca, intentando relajarse. Iba a ser una larga noche y todo por culpa de Eleanor que, en cierta manera, la había obligado a ir con el irlandés. Vale que se muriera de ganas y que ambos necesitaran un empujoncito pero… aquello se pasaba de castaño oscuro.
Justo cuando sonreía como una tonta pensando en el chico rubio se escucharon unos toques suaves en la puerta. Acto seguido una voz le preguntó que si estaba bien. Su voz. Su sonrisa se ensanchó. Ya estaba cansada de evitar a Niall y de negar sus sentimientos. Muy cansada.
Abrió la puerta y se encontró con el chico frente a frente.
-Estás bien, ¿no? – volvió a preguntar él. - ¿Necesitas algo?
-Sí, lo estoy. No te preocupes.
-Es que… - empezó – como te has marchado tan de repente, pensaba que quizá…
-Niall, estoy acostumbrada a que las chicas digan ese tipo de cosas. – rió recordando todas las discusiones con las chicas porque ella se empeñaba en negar lo innegable. – Está todo bien, de verdad.
-Pues… me quitas un peso de encima, sinceramente.
-¿Y eso? – ella enarcó una ceja.
-Creía que te incomodaría.
-Me incomodan más otras cosas. – admitió.
-¿Cómo qué?
Sin darse cuenta ambos se habían ido acercando y ahora estaban demasiado juntos, más de lo habitual. Niall ya no quería seguir hablando de eso, quería aprovechar ese momento a solas con ella y, por eso, sus manos se posaron en la cintura de ella acariciando la zona suavemente. Ella cerró los ojos, disfrutando del contacto, y él acercó los labios a su oreja y la mordisqueó levemente.
-Eh, irlandés, recuerda tu promesa. 
-Tenía la esperanza de que tú no la recordaras. – rió él. Anne intentaba mantener la calma pero cada vez le resultaba más difícil. Al final le acabaría pidiendo que la besara.
-Ya ves que sí la recuerdo.
-Entonces eres consciente de que no la estoy rompiendo. – punto para Niall. Ella suspiró cuando notó su aliento cerca del lóbulo de su oreja, otra vez. – Pero… si no te das prisa, quizá la rompa.
*
Los chicos se bajaron del coche en el que iban seguidos por sus respectivas parejas.
Nada más poner un pie en el suelo saltaron miles de flashes que los cegaron al momento. Louis dedicó la mejor de sus sonrisas a los paparazzi mientras cogía la mano de su novia. Estaban más que acostumbrados a ser perseguidos allá donde fueran.
 Danielle, sin embargo, cogida al brazo de su novia le susurraba alguna que otra palabra tranquilizadora a Anne, quién estaba al lado de Niall. El irlandés estaba más feliz que una perdiz. Era la primera vez que ella aceptaba asistir a un evento de semejante calibre con él y en calidad de su acompañante.
Muy de cerca les seguían Zayn y su hermana. No le importaba ir con ella pero le hubiera gustado poder presentar a alguien en aquel evento, alguien nuevo, alguien quien estuviera conociendo. Pero desgraciadamente no había nadie así en su vida… ¿o sí? Sam volvió a su mente y sonrió. Y justo en ese momento, con una sonrisa de felicidad, fue captado por cientos de cámaras.
Los últimos en bajar fueron Harry y Caroline que levantaron mucha expectación, más de la que él quisiera. Ella se cogió del brazo del pequeño y caminaron juntos y sonrientes por la alfombra roja. Harry estaba feliz, se le notaba mucho, porque por una vez después de mucho tiempo tenía toda la atención de su novia.
Unos metros más allá, en la alfombra roja, había muchos famosos y periodistas. Al llegar allí los esperaba Simon Cowell que había ido un poco antes que los chicos para dejarles un poco de espacio. Los cinco chicos y él se saludaron bajo la atenta mirada de todo el mundo y luego les dirigió una sonrisa cordial a sus acompañantes.
-Debéis posar para las fotos oficiales de la alfombra roja y responder a unas cuantas preguntas de la prensa. – informó él. – Podéis atender uno a una revista diferente y así nos quitamos cosas de encima.
Dicho y hecho. Las chicas se apartaron para dejarles espacio y posaron los cinco sobre la alfombra roja. Muchos flashes por todos sitios, muchos famoso, mucho glamour. Mientras esperaban algunos de los periodistas se les acercaron a Danielle, Eleanor y, obviamente, a Caroline Flack. Les hicieron un par de preguntas sobre la vida profesional de los chicos y, también, aprovecharon para preguntarles sobre sus noviazgos.
Anne y la hermana de Zayn se quedaron allí, calladas, sin levantar sospechas que es como ambas se encontraban mejor apabulladas por tanto alboroto y fama. Sonrieron al ver que coincidían en eso y se dieron apoyo mutuo entre la multitud.


Besitos, Mery xx.