Capítulo
veintiséis: La acompañante de Niall Horan.
Niall pegó un
salto de alegría al marcar un pleno en su primera jugada bajo la atenta mirada
de Anne que estaba más que preocupada por su poca habilidad derribando bolos.
Lo más seguro es que el irlandés se reiría de ella y de su pésima coordinación
mano ojo, pero aguantar sus risas y sus burlas era algo que a Anne no le
costaba demasiado. Cierto es que si ese mismo acto viniera de cualquier otra
persona, de Louis por ejemplo, no se lo permitiría. Pero Niall era especial
para ella y sabía que jamás le diría algo con la intención de herirla. Sonrió
ante aquel pensamiento dándose cuenta de que su patosidad serviría para reírse
un buen rato con aquel chico con el que hacía mucho tiempo que no compartía un
rato a solas.
-Te toca, preciosa.
– dijo Niall sentándose en la mesa que había al lado de la pista y bebiendo de
su refresco. – A ver qué tal se te da.
Niall recordaba
perfectamente que a su amiga no se le daban muy bien aquel tipo de cosas, nunca
habían ido juntos a una bolera (aquella era le primera vez) pero sabía de buena
mano que su amiga tenía una vitrina entera de trofeos en cuanto a meteduras de
pata.
Anne cogió una de
las bolas de colores que tanto pesan y se dirigió a la línea que separaba la
pista del espacio de lanzamiento. Estaba bastante nerviosa ya no sólo por no
saber jugar sino porque notaba que la mirada de Niall no se apartaba ni un
segundo de ella. Cogió aire intentando tranquilizarse, echó el brazo hacia
atrás y lanzó la bola de la mejor manera que supo. Esta se deslizó por el medio
de la pista la mayor parte del tiempo pero casi al final del recorrido se
torció hacia la derecha haciendo que solo cayera un bolo. La cara de
frustración de Anne fue más que evidente y mientras, humildemente, volvía a su
sitio para dejarle el turno a su amigo la risa del irlandés resonaba por todo
el local. La chica le sacó la lengua cuando estuvo a su altura y se sentó en la
mesa cruzándose de brazos.
-La próxima vez
tendrás más suerte. – rió él mientras le pasaba la mano por la mejilla
intentando suavizar la expresión de enfado de su amiga.
-Eso espero. – susurró entre dientes.
-Eso espero. – susurró entre dientes.
Niall caminaba con
soltura por la pista mientras seguía riéndose sabiendo que lo iba a pasar de
maravilla aquella estupenda mañana. Anne lo miraba sentada desde la mesa con
los brazos y las piernas cruzadas, en señal de enfado, como una niña pequeña.
Aunque, en realidad, no estaba enfadada le gustaba hacer creer a Niall que era
así. El irlandés iba con total seguridad, sacudió todo su cuerpo para
destensarlo y al momento hizo que la bola se deslizara rápida y ligera por la
pista. Pleno.
-¡Yeah buddie! –
rió mientras saltaba de aquella manera tan espectacular como si llevara un
muelle en los pies.
Anne sacudió la
cabeza sin poder evitar sonreír por la reacción del rubio y se levantó con
parsimonia a buscar una bola. El irlandés al contrario que la vez anterior
estaba esperando de pie en la pista cosa que extrañó a la chica pero que, sin
inmutarse, se puso a decidir qué color de bola le gustaba más para tirar. Ya que
no podía derribar muchos bolos por lo menos tiraría las bolas más bonitas que
encontrara. Al fin encontró una ideal y muy adecuada para la ocasión era verde
y naranja; muy parecida a la bandera irlandesa. Sonrió alegren ante aquel
triunfo de la coincidencia y se dirigió con paso firme a la pista.
-Bonita bola.
-¿Verdad que sí? – rió ella.
-¿Verdad que sí? – rió ella.
Niall estaba
ocupando el que, supuestamente, era el sitio donde su amiga debía colocarse
para tirar la bola. Ella empezó a dar golpecitos con el pie impacientemente esperando
que el irlandés se apartara, pero no lo hacía. ¿Qué quería hacer de aquella
partida la más larga y toca narices del mundo?
-Quita, anda. – se
quejó mientras lo intentaba apartar con la mano.
-No, no me quito.
-Que sí. ¿Cómo quieres que tire si estás aquí en medio? – ambos forcejearon para conseguir el sitio.
-No quieres que te ayude, ¿entonces?
-¿Ayudarme? ¿Plantado aquí en medio como si fueras un árbol de navidad? Así no ayudas mucho, irlandesito. – el chico rió ante aquel comentario.
-Déjame ayudarte.
-No, no me quito.
-Que sí. ¿Cómo quieres que tire si estás aquí en medio? – ambos forcejearon para conseguir el sitio.
-No quieres que te ayude, ¿entonces?
-¿Ayudarme? ¿Plantado aquí en medio como si fueras un árbol de navidad? Así no ayudas mucho, irlandesito. – el chico rió ante aquel comentario.
-Déjame ayudarte.
Niall le dejó el
sitio a Anne y se colocó detrás de ella. La barriga del chico estaba casi
totalmente pegaba a la espalda de su amiga, y apoyó su cabeza en el hombro para
poder ver el mismo campo de visión que estaba teniendo ella. Anne estaba mucho
más nerviosa ahora y apenas podía pensar con él tan cerca. ¿Así iba a ayudarla? ¿Ayudarla a qué? ¿A no
saber cómo se pensaba? Suspiró intentando concentrarse en la pista, la bola, y
los bolos.
-Relájate. Estás
muy tensa. – le indicó el rubio.
Le posó las manos
sobre los hombros y aplicó un delicado masaje para que la chica se sintiera más
aliviada. Acto seguido una de sus manos se posó sobre la de la chica ayudándola
a coger la bola y la balanceó hasta atrás.
-Pon los pies como
si fueras a empezar a correr, centra tu vista en los bolos, y desliza
suavemente la mano hacia delante dejando caer la bola con fuerza.
-No voy a poder hacerlo, Niall. – dijo ella.
-Céntrate en los bolos; confía en mí.
-No voy a poder hacerlo, Niall. – dijo ella.
-Céntrate en los bolos; confía en mí.
Ella suspiró, y
notó como el cuerpo de Niall se alejaba lentamente. Su miraba estaba
concentrada en el final de la pista donde se hallaban los bolos que debía
derribar y las esperanzas de tirar más de un bolo seguían en pie.
-¡Ahora! – volvió
a indicarle el irlandés.
Anne dejó caer la
bola con la suficiente fuerza como para que rodara por el centro de la pista y
derribara, al llegar a su destino, siete bolos. Niall levantó los brazos
eufórico y contento porque su amiga lo había logrado, ella se giró sonriente y
dando pequeños saltos de alegría se acercó a Niall quién la esperaba con los
brazos abiertos. Ambos se fundieron en un efusivo y alegre abrazado tanto que
Niall la cogió en volandas y empezó a darle vueltas en medio de la pista. La
volvió a dejar en el suelo y se quedaron peligrosamente cerca el uno del otro mientras
ambos sonreían.
-¿Ves? Te dije que
quería ayudarte.
-Gracias. – contestó ella separándose del chico poco a poco.
-Gracias. – contestó ella separándose del chico poco a poco.
La partida siguió
tranquilamente entre risas, enfados, y tonterías. Anne fue mejorando sus tiros
gracias a las indicaciones de Niall, aunque estas últimas se las hacía a
distancia. El irlandés estaba creando una especie de tensión amorosa bastante
tangible; primero producía una serie de acercamientos intensos y agradables y
luego se mantenía apartado, como si decidiera quedarse en el banquillo. Aquella
actitud desconcertaba a Anne que quería que él la abrazara y no la soltara
jamás, pero sabía que aquello no sería posible. Bueno los deseos de Anne no
acababan ahí. En el momento en que habían estado tan cerca celebrando su buen
tiro le hubiera encantado que el irlandés la besara pero entonces se acordó de
una frase que le dijo Niall no hacía mucho: “Esta es la última vez que te beso
sin tu permiso, si quieres un beso tendrás que pedírmelo”. Rió ella sola al
recordarlo. ¿Estaba loco? Ella no le iba a pedir un beso y mucho menos después
de marcharse y hacer ver que ya no quedaba nada de aquel amor. Volviendo a la
realidad Anne se dio cuenta de que había perdido la partida pero no le
importaba demasiado ya que había sido un rato divertido en el que había
disfrutado de su amigo como lo hacían antes, cuando todo era más fácil.
-¿Quieres ir a
comer algo? – preguntó Niall.
-No tengo mucha hambre, ¿y tú?
-Vaya pregunta más tonta.
-Cierto, tú siempre tienes hambre. – ambos rieron mientras dejaban los zapatos en el mostrador y salían de la bolera.
-No tengo mucha hambre, ¿y tú?
-Vaya pregunta más tonta.
-Cierto, tú siempre tienes hambre. – ambos rieron mientras dejaban los zapatos en el mostrador y salían de la bolera.
Deambularon por el
centro comercial sin un rumbo fijo hablando y captando las miradas de todos los
curiosos que reconocían al chico. Anne rezaba para que ninguna fan se
encontrara allí en aquel momento y así él no debería pararse cortésmente a
atenderlas, pero luego se dio cuenta de que aquel pensamiento era inútil.
Estaban en un centro comercial que solían estar plagados de adolescentes así
que, lo más probable, era que la escena se volviera a repetir y ella tuviera
que esperar impacientemente a que su amigo pudiera estar por ella. Se regañó
por tener aquella actitud tan egoísta sobre las fans y el irlandés pero no
podía evitar pensar así. Entendía a las fans, obviamente que sí, y sobretodo
entendía a aquellas que estaban enamoradas platónicas del chico rubio más
irlandés y más adorable de todo el mundo pero… ¿y a ella quién la entendía?
Podría sonar aún más egoísta pero quería a Niall para ella sola. Bueno, mejor
dicho, necesitaba a Niall para ella sola. Le gustaba tanto disfrutar de su
compañía cuando estaban juntos que no quería desperdiciar ni un solo segundo de
su presencia. Necesitaba oír el sonido de su risa y mirar sus ojos cada tres
segundos. Necesitaba notar su cuerpo caminando al lado de ella aunque fuese en
silencio. Y estaba tan perdidamente enamorada de él que tenía miedo de
perderle, tenía miedo que en uno de estos encuentros con fans se enamorara de
una a primera vista y perdiera el culo por ella.
-¿En qué piensas?
La voz de Niall la
apartó de sus pensamientos. Levantó la cabeza para verle y lo encontró
sonriente, como siempre. El corazón le dio un vuelco: ¿cómo podía ser tan
perfecto? Ella le devolvió la sonrisa feliz de haber tomado la decisión de
volver, feliz de estar a su lado otra vez.
-En nada especial.
– mintió.
Ninguno de los dos
dijo nada más, no hacía falta. Después de caminar durante mucho rato entraron
en un restaurante de comida rápida dónde Niall se pidió un par de hamburguesas
y una ración de patatas. Con el pedido en la mano buscaron un sitio donde
sentarse y cuando lo encontraron él se dedicó a comer como si le fuera la vida
en ello y ella lo miraba como si no hubiera nada más interesante que verle
comer. A medida que pasaba el tiempo Anne se sentía más cómoda puesto que muchas
de las personas que reconocían a su acompañante se dedicaban a mirarlo y
dedicarle un saludo con la mano desde la lejanía para dejarle privacidad.
-Me gustaría que vinieras
a un evento importante al que tenemos que acudir en un par de semanas – dijo
entonces él.
-¿Qué tipo de evento? Aunque sea cuál sea, la respuesta es no.
-¡Vamos Anne! No estarás sola, también vienen Danielle, Eleanor y… - Niall hizo una mueca antes de continuar hablando. – Caroline Flack.
-Me has quitado más las ganas de ir, entonces.
-Por favor, Anne, ven.
-¿Pero por qué quieres que vaya?
-Es importante para mí: es un momento muy importante de mi carrera y tú eres una persona muy especial… me gustaría que estuvieras ahí. – Niall la cogió de la mano y la acarició suavemente intentando ablandar a su compañera.
-No sé Niall… - empezó a decir ella.
-Por favor.
-¿Qué tipo de evento? Aunque sea cuál sea, la respuesta es no.
-¡Vamos Anne! No estarás sola, también vienen Danielle, Eleanor y… - Niall hizo una mueca antes de continuar hablando. – Caroline Flack.
-Me has quitado más las ganas de ir, entonces.
-Por favor, Anne, ven.
-¿Pero por qué quieres que vaya?
-Es importante para mí: es un momento muy importante de mi carrera y tú eres una persona muy especial… me gustaría que estuvieras ahí. – Niall la cogió de la mano y la acarició suavemente intentando ablandar a su compañera.
-No sé Niall… - empezó a decir ella.
-Por favor.
Anne suspiró. ¿Por
qué ponía esa cara tan extremadamente irresistible? Era como la cara que tienen
los animales cuando quieren que los saques a pasear o les des mimitos. Cerró
los ojos meditando la respuesta. Aquello era algo realmente importante puesto
que Niall le estaba abriendo su corazón y estaba intentando que ella viera lo
importante que era en su vida. Le importaba hasta el punto de pedirle que fuera
su pareja en un evento muy importante que podría significar un antes y un
después en su vida, tanto personal como profesionalmente. Cuando volvió a abrir
los ojos había tomado una decisión, que a Niall no le haría gracia oír, pero al
ver sus ojos, que le imploraban sin palabras que fuera con él, cambió de
opinión completamente.
-Está bien… - dijo
por fin.
-¿De verdad? ¿Vendrás?
-Claro que iré. Si es tan importante para ti, te aseguro que tendrás mi apoyo.
-¿De verdad? ¿Vendrás?
-Claro que iré. Si es tan importante para ti, te aseguro que tendrás mi apoyo.
La presión de la
mano del chico en la suya se hizo más fuerte y vio como su cara de niño bueno
se iluminaba por completo. Se le veía feliz, muy feliz.
-Gracias por
acompañarme. Me haces muy feliz.
¿Acompañarle?
¿Cómo? ¿Había oído bien? No, no podía ser. Ella no sería su acompañante aquella
noche. Ser la acompañante de alguien en un evento de aquellas índoles
significaba que la relacionaran con él y que luego no la dejaran vivir en paz.
Además de tener que soportar miles de comentarios sobre ella en las redes
sociales, teniendo en cuenta que la mayoría de personas que opinarían sobre
ella no tendrían ni la más mínima idea de cómo es ella en realidad. No, ni en
broma, ella no sería su acompañante. No quería exponerse a eso; no quería que
todas las portadas de las revistas hablaran de la nueva novia del chico
irlandés. Ella no quería ser una más de todas, quería ser la única pero sabía
que aquello no era posible.
-Voy a ir a
apoyarte pero no esperes que sea tu acompañante esa noche.
-¿Qué? – respondió él atónito.
-Pues eso. Iré pero no como la acompañante de Niall Horan. – él agachó la cabeza.
-Yo tenía la esperanza de que sí lo fueras.
-Buscaré a alguien con quien ir pero, te prometo, que iré.
-¿Qué? – respondió él atónito.
-Pues eso. Iré pero no como la acompañante de Niall Horan. – él agachó la cabeza.
-Yo tenía la esperanza de que sí lo fueras.
-Buscaré a alguien con quien ir pero, te prometo, que iré.
Lots of love, xx!
Mery.
Tenías razón, es muuuuy asjnklhgaesgkbfh. Lo adoro. Estaré aquí, esperando el suguiente capítulo.
ResponderEliminarPD: suerte con los exámenes.
Jo, que fdjhfuishjaudshasja. No sé quien eres, pero muchas gracias por comentar, por leer y por darme ánimos con mis exámenes :) De verdad, significa mucho para mi.
EliminarDe nada mujer! Si esque, ya que tu me sacas sonrisas con tus historias, lo menos que puedo hacer es intentar sacarte una a ti con comentarios, que no cuesta nada.
EliminarA lo se que no sabes quien soy, dejemos-lo en Clara.