25 nov 2012

You Belong With Me; Capítulo veintiocho.

Hi there again! Sé que no es lo habitual que suba dos días después de haber subido... pero ha habido una serie de cambios y circunstancias. Primero de todo el cambio principal es que los capítulos serán más cortos la cual cosa me permitirá poder subir antes. Normalmente eran de siete páginas, incluso más, de word.... y tardaba bastante en escribirlos. Entonces, para que no tarde tanto y pueda subir antes... se acortarán a cuatro o cinco páginas de word. Eso hará que hayan más capítulos en menos tiempo. Os favorece a vosotras y a mi también.
Y otra cosa que me ha hecho escribir más rápido este capítulo es que quería quitarme de encima esta situación cuanto antes... y hacer que aquel personaje que ya no me gusta para nada desaparezca lo antes posible. Además de que no podía dejaros mucho tiempo con la intriga de lo de Jodie y Harry (aunque se quedará un poquito más ahí, no me matéis, eh?).
Ah bueno... y... este capítulo quiero dedicárselo a Noelia, su twitter es @awayfrom1D, si queréis seguirla. Porque no sé que ha pasado pero hoy no estaba de humor... así que, nada, guapa que sabes que me tienes aquí para lo que necesites. <3
¡UNA COSA MÁS! Hacía mucho tiempo que un capítulo no tenía canción.... pero este tiene dos, y son las siguientes: "You could be happy" de Snow Patrol y  "One more night" de Maroon 5 (en ese orden).
Espero que os guste.


Capítulo veintiocho: Sólo una noche más.
Harry estaba con la cabeza recostada en el respaldo de su coche. Respiraba fuertemente, y tenía las mejillas mojadas por las lágrimas. Lloraba de rabia y de impotencia. Lloraba porque no era capaz de saber lo que sentía y no era capaz de mantenerlas a las dos felices. Tenía que elegir… y después de aquello estaba clara su elección.
Jodie, sentada en el suelo de su casa apoyada contra la pared de la puerta de salida, lloraba desconsoladamente. ¿Por qué tenía que ser tan cruel con ella? ¿Y por qué ella seguía teniendo la esperanza de que él volviera y la besara con todas sus ganas? ¿¡Por qué!? “Jamás aprenderé” pensó para ella misma. Tenía muchos recuerdos, unas flores medio marchitas y el corazón roto. Y, aún así, lo único que deseaba es que él fuera feliz. Existía una canción que a ella le gustaba mucho que describiría ese sentimiento perfectamente; “You could be happy” de Snow Patrol. Entre lágrimas deseó en lo más hondo de su ser que él fuese feliz y también se prometió que no quería volver  a saber nada de él.
El teléfono de Harry sonó rompiendo la tranquilidad del coche e interrumpiendo sus pensamientos. Miró la pantalla con los ojos llorosos, era Louis. Se secó las lágrimas con la manga de la camisa y contestó.
-¿Diga?
-¡Hey Hazza! ¿Dónde estás? Necesito consejo. – la voz despreocupada de Louis lo animó levemente.
-Ya iba de camino para casa, ¿qué te pasa Lou?
-He quedado con Naomi y que ponerme.
-Ponte lo de siempre, estás muy guapo con tu camisa de marinero. – Harry sonrió levemente.
-Eso había pensado. – se quedaron ambos en silencio. – Oye, Harry, ¿estás bien?
-Sí, sí. No te preocupes. – añadió rápidamente. – Vístete y vete que has quedado. Cuando vuelvas a casa ya estaré allí con los demás.
-Gracias amigo. Luego te cuento.
-Que te vaya bien. Hasta luego. – dicho esto, Harry colgó y tiró el teléfono al asiento del copiloto.
Louis se quedó pensativo mientras miraba el teléfono. Harry estaba raro. Lo había notado diferente y apenas habían intercambiado unas palabras. ¿Qué habría pasado? Se encogió de hombros y se puso la camisa de marinero. Bajó las escaleras de casa, cogió la chaqueta y salió por la puerta gritando que volvería en un par de horas. Nadie sabía dónde iba. Y ni falta que hacía. Si se enteraban seguramente le calentarían la cabeza con problemas y responsabilidades, y él no era así. Era un espíritu libre y todos lo sabían. No quería ataduras, ni problemas. Quería ser él sin limitaciones. Y eso era lo que estaba haciendo. Mientras conducía iba escuchando la radio y pensando en lo que le esperaba aquella tarde. Entonces, el presentador del programa puso una canción que a Louis no le gustó nada… no porque no fuera buena, que lo era, sino porque le recordaba a Eleanor. Le recordaba a ella y a las veces que le había hecho lo que ahora iba a hacer, otra vez. Malditos Maroon 5 y sus canciones tan oportunas.
You and I go on at each other like we're going to war.”
Siempre que se peleaban era por su culpa y él sabía que ella no se merecía todo aquello. ¿Entonces por qué seguía haciéndolo? “Louis, eres idiota” pensó. Pero ya no había marcha atrás.
Now you're stuck on my body, on body like a tattoo oh.”
Eleanor, para él, era exactamente eso. Un tatuaje del cual no se podía deshacer. Era una persona imprescindible en su vida pero a la cual había hecho mucho daño por su comportamiento. ¿Por qué no era capaz de tratarla como se merecía?
And I know I said it a million times but I'll only stay with you one more night.”
Louis suspiró. Viva las canciones con dobles sentidos, que vivan esas que te hacen sentirte identificado y te hacían pensar demasiado. “Sólo una noche más”, pensó. Esta es la última vez. “Ella no se merece algo así”, añadió. Entonces, ¿por qué lo haces, Tomlinson?
-Porque soy un imbécil… - susurró.
Ya había llegado a su destino. Aparcó en la calle y se puso las gafas de sol antes de salir del vehículo. Caminó por la acera, con la cabeza agachada, mirando el suelo intentando no arrepentirse más. Se paró en un portal y sacó las manos de los bolsillos del pantalón para picar al timbre.
-¿Si? – dijo una voz femenina.
-Ermm… ¿Naomi? Soy Louis. – contestó él.
-Perfecto, te estaba esperando. Sube.
La puerta hizo un ruido y, gracias a un pequeño empujón por parte de Louis, se abrió. Se adentró en el recinto y con paso lento caminó hasta el ascensor. Un piso. Y otro. Y otro. Sonrió torcidamente. El deseo de lo prohibido le gustaba y lo iba dominando por momentos. Necesitaba tener todo lo que se le antojaba y, ella, se le había antojado. Debido a esos deseos y antojos… su vida había sido un tanto accidentada pero era un riesgo con el que había vivido siempre, y no le importaba. Salió del ascensor y vio una puerta entre abierta. Su sonrisa se ensanchó más todavía. Entró por ella haciendo el menor ruido posible y dentro del piso vio a Naomi de espaldas a él preparando algo en una mesa. Se apresuró a acercarse por la espalda y la abrazó por detrás.
-Hola, preciosa. – susurró él contra su cuello.
-Hola, Louis.
Él le dio un beso detrás de la oreja.
-¿Me echabas de menos?
-Bastante. – contestó ella.
La cabeza del chico le repetía una y otra vez que no lo hiciera pero su cuerpo le decía que sí. Giró a la chica sobre sí misma y la pegó contra una pared cercana. Se acercó peligrosamente, casi rozando sus labios. Ella respiró fuertemente disfrutando del olor que desprendía el chico. Su colonia la dejaba atontada y totalmente a la merced de aquel chico de ojos azules. Él enterró su cabeza en su cuello, haciéndole cosquillas con la nariz. Y le dio tiernos besos que poco a poco se fueron tornando más pasionales. “Sólo una noche más” pensó para él una y otra vez. Entonces fue ella la que buscó la boca de Louis y lo besó ardientemente. Se tambalearon buscando el sofá sin dejar de besarse. Él le quito la camisa y la tiró al sofá. Acto seguido se quitó él también la camiseta y la miró. Su excitación creció y se abalanzó sobre ella con pasión. Estuvieron un buen rato compartiendo caricias y besándose, devorándose como si llevaran esperándolo toda su vida. La ropa iba sobrando: le quitó el sujetador con cuidado y besó su barriga poco a poco. Ella gimió ante el contacto de sus labios. Louis estaba dominado por la pasión y acabó de desnudarse rápidamente. Era el momento. Lo iba a hacer, una vez más. Y probablemente después de ello… se volviera a sentir culpable y se volviera a odiar así mismo.
-Louis… - susurró ella en su oreja.
Él estaba a punto de hacer aquello que ambos deseaban tanto. Pero frenó. Le dio un beso en los labios. Y se separó de ella buscando su camiseta.
-¿Louis? – preguntó.
-Lo siento, no puedo hacerlo. No otra vez.
-¿Ahora te invaden los remordimientos? No es la primera vez que lo haces Tomlinson.
-Lo sé. Y no puedo seguir haciéndolo.
Se colocó los calzoncillos y los pantalones. Después buscó sus zapatos por todo el comedor y se los puso bajo la atenta mirada de la chica que se había quedado atónita.
-¿Y ahora lo piensas? Haberlo pensado antes de citarte conmigo por segunda vez. – le recriminó ella.
-No me eches reprimendas que para eso ya tengo a Liam. Sé que debía habérmelo pensado antes… y lo siento. No puedo volver a verte, o por lo menos, no para darte lo que tú quieres.
-¿Tú qué te crees que soy? ¿Crees que puedes acostarte conmigo una vez y luego dejarme a medias?
-Ya te he dicho que lo siento, ¿¡vale!? – dijo él molesto.
Se dirigió a la puerta de entrada y la abrió. Volvió a mirar a la chica quien se estaba vistiendo avergonzada.
-No puedo, Naomi. Hasta otra.
Dicho esto el chico salió y cerró la puerta. Bajó por las escaleras corriendo y sonrió levemente: sabía que había hecho lo correcto. Debía disculparse con Eleanor por todas las veces que la había cagado aunque ya lo hubiera hecho. Ella le perdonaba todo siempre. Pero él quería que supiera que ya no iba a ser el niñato sin responsabilidades y con miedo al compromiso que había conocido un tiempo atrás.
Se montó en el coche, sacó su teléfono móvil y marcó el número de Liam. Un pitido, dos pitidos, tres pitidos…
-Vamos, cógelo Payne. – se quejó.
-¿Ya me estabas metiendo prisa para que te cogiera el teléfono? – rió Liam.
-Sí, la verdad es que sí.
-¿Qué pasa, Lou?
-Lo he vuelto a hacer. – resopló él.
-¿¡Qué!? – Liam parecía sorprendido. – Louis, ya hablamos de eso… y quedamos que no se repetiría más. No es justo lo que…
-Liam, escúchame… Lo hice hace un par de días. Nadie lo sabía. Y hoy iba a repetirlo… pero no sé porqué me he frenado en el último momento. Sé que la quiero. Y no puedo hacerle esto más.
-¿En serio has hecho eso? ¡Es genial, Louis! Has hecho lo correcto.
-Necesitaba contártelo. ¿Crees que Els me perdonará?
-Lo hará, Lou. Es consciente de que la quieres, y el amor lo cura todo.
-Gracias, tío, de verdad.
-No las des. Corre a ver a Eleanor y dile que la quieres.
-Eso haré – sonrió. – Luego hablamos.
-¡Hasta luego!
Ambos colgaron a la vez y Louis suspiró aliviado.
Conducir le tranquilizaba así que callejeó por Londres, en la soledad de su coche, sin un rumbo fijo. Acabó, como era habitual, en Milkshake City. Se pidió un batido y se quedó allí, pensando, durante un buen rato. Pensó en todas las chicas que habían pasado por su vida, y pensó en todas las veces en las que se había comportado como un idiota; que no eran pocas precisamente.
La gente le miraba pero no le importaba. ¿Qué pasa? ¿Los famosos no podían tener un tiempo a solas con ellos mismos? Sonrió sarcásticamente. No tenía ni una pizca de privacidad, por mucho que quisiera. Aunque agradeció que nadie fuera a decirle nada. Simplemente se dedicaban a mirarlo, sacarle fotos, y saludarlo en la distancia.
-¿Ya se marcha, señor Tomlinson? – preguntó la camarera cuando vio que el chico se acercaba al mostrador para pagar.
-Sí, me temo que me están esperando.
La chica le cobró el batido y la madalena que se había tomado.
-Espero que todo haya sido de su gusto.
-Todo estaba genial, como siempre. Gracias. – sonrió.
Se puso las manos en los bolsillos y salió de allí. Ahora sí tenía un rumbo, un sitio a donde ir, y no estaba demasiado lejos de allí. Decidió que iría caminando, no le vendría mal un paseo. Además, el barrio de Eleanor era encantador. Tenía algo mágico y especial. Louis no sabría decir si era por el tipo de construcciones, por la gente, por la vivacidad de las calles o porque ella vivía en él, pero le gustaba.



2 comentarios:

  1. akehrwjaoegwivjbwae! Pobrecita Jodie, y Eleanor y Naomi. Yo le hubiera hecho comer las flores a Harry. Pero aún así, eso no se hace, me haces odiar a esa cosita tan preciosa, y eso no se hace. Te sientes malévola? Pues que sepas que yo te he imaginado escribiendo esto mientras reías con la tipica risa de mala de peli, ya sabes el "Muahahahahaha", que parece que en cualquier momento vaya a ahogarse xD.
    Pero bueno, que le haremos, en el fondo, sé que la quiere, y que van a acabar felices y comiendo perdices. (Si no es así, me llevaré una gran desilusión).
    Hasta la próxima.
    Besitos, Clara<3

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    1. AAskjdfdfsasarttyyujaijdsaijsiajs. Que adorable eres Clara. Y debo decir que no me siento malévola para nada. Que sufro como la que más escribiendo estas cosas. Sobre todo de mi niño (Harry). HAHAHAHAHAHAH.
      Un besito muuuuuuuy grande guapi <3

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