30 may 2012

You belong with me; Capítulo veintidós.

¡Hooooooooooooooooooooooooooooolas! No me matéis. No me matéis. La culpa de todo la tiene el bachillerato y los exámenes finales. Yo no quería abandonaros, lo juro. Me obligaron. Y aún sigo presa de ellos pero me he podido escapar. Os traigo el capítulo veintidós, que es un capítulo de mera transcición, y totalmente necesario para que la historia avance. Y tampoco tiene canción. El siguiente sí, y tiene dos. (O tres, no estoy segura aún). Bueno, que espero que comentéis que sino me enfado, y lo sabéis. *Y ahora me pondré a contestar los comentarios del otro capítulo*. De vosotros depende que siga colgando.
Dicho esto, disfrutad del capítulo.



Capítulo veintidós: El tiempo pasa; febrero, marzo y abril.
Febrero pasó sin grandes sobresaltos; lo único importante fue el cumpleaños de Harry. Cumpleaños que celebró con sus amigos, familia y su novia organizando una cena en un bonito restaurante y luego yéndose de fiesta a su lugar de salidas habitual. Nuestras tres amigas llevaban desde aquel último desayuno a principios de enero sin saber nada de los chicos pero, cordialmente, como buenas fans (y si se podían considerar amigas) le felicitaron vía twitter. Era posible que él no lo hubiera visto, así que por si acaso, les dijeron a Eleanor y a Danielle que le felicitaran de su parte. Harry aceptó las felicitaciones de buena gana y agradeció públicamente todas las felicitaciones aunque nombró alguna de alguien especial que a Jodie no le quedó claro si fue la suya o la de Caroline. ¡Qué tonta que estaba siendo! ¿Qué esperaba que Harry se enamorara de ella y dejara a la presentadora de televisión? Pamplinas. Aquello no pasaría.
Febrero fue un mes bastante extraño; no malo, ni bueno, pero sí extraño. Louis seguía con Eleanor y sus pequeños problemas esperando una llamada de Naomi que, por el momento, no llegaba. Zayn, a veces, pensaba en Sam y en su nuevo novio… Pero procuraba mantener su cabeza ocupada con el trabajo, eso le ayudaba a sentirse mejor. Niall llamaba a Anne todos los días, que ya se había decidido a no cogerle el teléfono hasta que un día se plantó en su casa. No eran novios, eran amigos enamorados. Nada más. Aunque las cosas iban progresando. Liam y Danielle eran la pareja ideal, perfecta y bien avenida, como siempre lo habían sido. No tenían altercados de ningún tipo y se veían siempre que podían ya que ella, junto con Anne, daba clases de baile en la academia. Harry continuaba siendo el perrito faldero de Caroline mientras que intentaba no pensar en el beso que él y Jodie se dieron aquella bonita noche estrellada. Muchas veces también pensaba que le debía una explicación a la chica de ojos verdes, pero nunca se había atrevido a ponerse en contacto con ella para dárselas puesto que no sabía si ella estaría dispuesta a escucharlas. Sam y Dylan eran la otra pareja perfecta; con sus pequeños roces, pero al fin y al cabo como todas las parejas. Pero lo que nadie sabía es que su amor platónico por Zayn iba creciendo a medida que pasaba el tiempo, y se lo callaba obligándose a centrarse en los estudios, los diseños junto a Jodie y en Dylan. Naomi había empezado a trabajar en la revista y con ello habían empezado los juegos de seducción con el camarero. Pierre era una distracción, una distracción efectiva, que hacía que no pensara en el chico adorable de los tirantes. Y Jodie se pasó casi todo el mes encerrada en casa estudiando para las pruebas de acceso a la universidad que eran en marzo. Sólo le quedaba un mes y sería libre. Aunque sus interminables tardes de estudio, a veces, eran interrumpidas por dos ruidosas y grandes amigas que siempre estarían a su lado. Esas pequeñas visitas le daban fuerzas para enfrentarse a los estudios y para no pensar en Harry. 
Pero el tiempo pasa implacable y no se para. Detrás de febrero llegó marzo que pasó también sin pena ni gloria. Había noticias de la banda británica por todas partes de las cuales las chicas no se perdían ni una, como era habitual. Se reunían a veces y miraban fotos y vídeos de conciertos, repasaban las revistas del corazón y las apariciones en radio y televisión. Una vez liberadas de los exámenes, por fin, tenían tiempo para volver a ser ellas. Mantenían el contacto con Danielle, Eleanor y Anne que siempre tenían buenas noticias y cosas que contar. Fue solo una noche la que compartieron juntas pero, a veces, eso une mucho más que años y años de amistad. Y ahí tenían una prueba verídica sobre ello. A pesar de todo ninguna de las tres tenía la esperanza de volver a pasar tiempo con los chicos, ellas habían sido un momento esporádico en sus vidas que puede que recordaran durante un tiempo, pero nada más. Pero marzo llegaba a su fin, y abril venía dispuesto a dar que hablar. 
Una tarde de las que, los chicos, tenían libre de compromisos mediáticos y cada uno aprovechaba para estar con sus novias, familiares, amigos o para, simplemente, descansar empezaron a revolucionarse las cosas. Harry estaba paseando de la mano de Caroline Flack por la ciudad, ya que de una vez por todas habían anunciado públicamente su noviazgo, cuando a Harry le sonó el teléfono. Sacó el aparato del bolsillo y descolgó. La voz de Louis sonó al otro lado de la línea histérica y divertida, como siempre.
-¿Qué quieres, Lou? – preguntó el chico de rizos. 
-He descubierto que tengo vocación de detective. – rió su amigo al otro lado de la línea.
-¡Vaya, eso es genial! Pero… ¿No podrías contármelo en otro momento? – sonrió mirando hacia Caroline que le devolvió la sonrisa. Se alejó el teléfono de él y le dijo “Es Louis” y puso los ojos en blanco. Ella volvió a sonreír.
-No, esto es muy importante. – Louis seguía hablando.
-Veamos si es tan importante; sorpréndeme.
-Es dos semanas es el cumpleaños de Jodie. –soltó de repente el mayor.
-¿Qué? – Harry se paró en medio de la calle provocando que su novia se parara también y lo mirara extrañada.
-Pues exactamente eso, en dos semanas la pequeña Jodie se hace mayor de edad. – explicó Louis.
-¿Y tú como sabes eso? – inquirió su amigo.
-Porqué lo sé y punto. Un detective no revela sus fuentes.
-Lou, déjate de juegos.
-No estoy jugando. – rió. – Sea como sea, Don Juan, vete preparando algo sorprendente que no se cumplen dieciocho años todos los días.
-No veo porqué la sorpresa tiene que correr solo a cuenta mía, es decir… - se calló y miró a Caroline. – Mira, ahora no puedo hablar.
-Sí, sí… Ya sé que estás con Caroline y el tema Jodie con ella está prohibido; eso me quedó claro hace un par de meses. Harry, te voy a decir una cosa… sé que desde aquella noche no hemos sabido casi nada de las chicas  pero es una ocasión especial y un detalle bonito por tu parte sería perfecto.
-Bueno, ya hablaremos de eso en casa – dijo Harry.
-Sorpréndenos a todos rizos, sé que puedes hacerlo. – acto seguido Louis colgó.
Harry guardó el teléfono en el bolsillo y siguió caminando junto a su novia. Ella no pidió explicaciones y él no quería dárselas. Después de la pelea en la revista y de que ella lo perdonara dejaron claras un par de cosas; ella no pediría explicaciones sobre fans o cosas privadas del grupo, y él no hablaría de ellas sobre todo de Jodie, en su presencia. Desde que habían puesto esas pequeñas normas internas su relación había mejorado bastante, pero Caroline seguía jugando con Harry aunque él no tenía ni la menor idea. Todo sea dicho que durante el resto de la tarde, Harry, estaba como más disperso y pensando en sus cosas. Quería llegar a casa y discutir con Louis porqué se tenía que encargar de la sorpresa para el cumpleaños de Jodie. Ella es una fan por lo tanto sería lógico y normal que recibiera una sorpresa de parte de los cinco, no sólo suya. Aunque, no podía negarse, que le gustaba ser detallista y era posible que le hubiera preparado algo sin que Louis se lo dijera. ¿El qué? Ni tan siquiera lo sabía él; pero tenía una semana y media para pensarlo, y otra media para prepararlo todo. 
La tarde de los supuestos enamorados pasó sin ningún altercado más y pudieron disfrutar de su compañía mutuamente. Más tarde cuando él llegó a casa se encontró con los chicos disfrutando de la compañía de Eleanor que estaban todos sentados en el sofá hablando. La chica y su novio estaban sentados juntos, y ella pasaba sus piernas por encima de las de él mientras miraba con entusiasmo alguna de sus redes sociales en su móvil. 
-¡Hey, Hazza! ¿Qué hay? – preguntó Zayn.
-Nada fuera de lo común – respondió mirando a Louis. - ¿Y por aquí que tal?
-Bien, estamos hablando con Naomi y Sam a través del twitter de Eleanor, aunque ellas no saben que nosotros también colaboramos en sus respuestas – explicó Niall.
-Ah, interesante. – comentó el chico.
-¿Verdad que sí? – esta vez habló Eleanor. – Nos están contando lo que le están preparando a Jodie para su cumpleaños.
Harry se hizo un hueco en el sofá al lado de Liam y se dispuso a indagar en qué harían sus amigas y a pensar en cómo podría acoplar su sorpresa a la de sus amigas para que fuera un cumpleaños redondo. Además también quería saber si los chicos le prepararían algo de parte de los cinco, o si por el contrario su sorpresa sería de parte de todos.
-Nosotros vamos a tener que prepararle algo, ¿no? – preguntó entonces.
-Claro, ya tenemos algo pensado – dijo Liam.
-Perfecto. ¿Qué es?
-Tú no participas en esto rizos. -  rió Louis. – Tú tienes que hacerle tu sorpresa partículas y con eso ya tienes más que suficiente.
-¿Por qué me tocan a mi siempre estos marrones? – dijo Harry más para él que para los demás.
-Fuiste tú quién la besaste; lo que no puedes pretender es ir besando a la gente y luego salirte de rositas. – esta vez habló Zayn.
-¡Exacto! – le apoyó Louis.
-¿La besaste?  - preguntó Eleanor sorprendida.
-No sabéis callaros, ¿verdad? – suspiró el pequeño.
-Tranquilo, Harry, no diré ni una palabra – prometió la chica. – Y estoy de acuerdo con los chicos; la besaste y le hiciste creer que era especial para ti, por tanto te toca sorprenderla con algo bonito.
-Bueno, pues nada… Pero que sepáis que va a ser la mejor sorpresa que nunca se haya hecho.
-¡Esa es la actitud! – dijo Niall riendo y chocándole la mano a Louis ya que aquello reactivaba su apuesta, otra vez. 
Siguieron hablando de ese tema que parecía que perseguiría a Harry  durante las dos semanas próximas. El chico de rizos se enteró de que las chicas habían reservado una mesa para cenar con los amigos, y la familia de Jodie, y que ese sitio tenía una especie de sala de fiestas donde bailarían y se lo pasarían bien hasta que el sol saliera. Era posible que invitaran a Eleanor, Danielle y Anne cosa que jugaba a favor para ayudar en la sorpresa, y además les pidieron si podrían hacer que los chicos grabaran un vídeo de felicitación para su amiga. Por aquello no había problema, lo harían encantados aunque no sería lo único que hicieran. Las mentes de los cuatro chicos pensaban y maquinaban cosas para esa fiesta, a la vez que la cabeza de Harry pensaba la sorpresa más perfecta que podría tener aquella chica.
Se les hizo tarde y Eleanor se quedó a cenar. Después de que ella se marchara los chicos siguieron con sus vidas mientras que en casa de Naomi, ella y Sam acababan de leer el privado que la novia de Louis les había mandado hacía unos diez minutos.
-“Es muy bonito lo que le queréis hacer a Jodie, sois unas amigas extraordinarias. Y que sepáis que a las chicas y a mí nos encantaría asistir a la fiesta sólo tenéis que decirnos hora y lugar y allí estaremos. Ah, y por lo de los chicos no os preocupéis; le harán el vídeo y yo misma me encargaré de enviároslo. Besitos, Eleanor” – leyó Sam en voz alta.
-Jo, que mona es esta chica – comentó Naomi.
-Mucho. – rió Sam. - ¿Te imaginas la cara de Jodie cuando vea el vídeo?
-Se caerá de culo al suelo, lo sé. Y luego empezará a decir; “¡Ai que guapo es Harry!” – ambas rieron otra vez.
-Deberíamos hacerle un vídeo con felicitaciones de la gente, y colarle la de los chicos por ahí, así será más sorprendente.
-¡Buena idea!
Dicho esto se pusieron a enviar mensajes a todos los invitados pidiendo que, por favor, se grabaran felicitando a la cumpleañera y que les mandaran el vídeo ya que con eso le harían un vídeo colectivo que lo pondrían en la fiesta. Entre unas cosas y otras se les hicieron las tantas de la madrugada y se fueron a dormir agotadas.
Lo bueno de todo aquello es que, por el momento, la pequeña Jodie no sospechaba nada de nada, cosa que era un poco extraña puesto que todo el mundo estaba de preparativos; sus padres, sus amigas, los chicos…. Todos. Pero, realmente, era mejor así.
Pasaron dos o tres días y la sorpresa por parte de Naomi y Sam estaba totalmente acabada. Con la ayuda de los padres de su amiga reservaron el restaurante, contrataron a un DJ, y con todos los vídeos le montaron algo más especial. Aunque no eran las únicas que tenían algo preparado; los chicos de One Direction junto a sus novias y Anne pensaron en regalarle unas entradas para uno de los próximos conciertos del grupo que incluía pases privados para cualquier lugar del recinto y tiempo para estar con ellos. Y Harry… bueno a él se le había ocurrido hacer un acto de presencia en plan sorpresa con un ramo de flores, y luego podría cantarle una canción o algo parecido. Aunque esperaba que los chicos le acompañaran para que le dieran una sorpresa mayor. Pero era una idea que todavía debía madurar y pensar mucho.
Una mañana Jodie se despertó debido al sonido del timbre de su casa. Se levantó y con cara de dormida fue a abrir la puerta. Allí se encontró a sus dos sonrientes amigas que gritaban desesperadamente.
-¿Queréis decirme qué narices pasa? – preguntó ella muy dormida.
-¡Pasa que dentro de una semana te haces mayor! – rió Sam.
-Ah, eso. 
-¿No te hace ilusión? – dijo Naomi pasando al interior de la casa.
-Sí, pero no como para ponerme a gritar de esa manera.
-Ya, ya… - rió Sam. – Bueno, en verdad no hemos venido por eso.
-¿Entonces?
-¿No te acuerdas? – preguntó la chica del pelo rizado. – ¡Qué memoria la tuya! Hoy estrenan el documental aquel de One Direction y quedamos en verlo juntas.
Se tomaron la libertad de sentarse en el sofá como si estuvieran en su casa mientras que la pequeña lo asimilaba todo. Claro, hacía un año que One Direction eran una banda y entonces habían grabado el documental sobre ese intenso año. Y hoy lo daban en exclusiva en la televisión, lo había olvidado por completo. Les dijo a sus amigas que pusieran el canal que tocaba mientras ella iba a preparar algo para picar y esas cosas.
Medio dormida, todavía, se dirigió hasta la cocina y se preparó un vaso de leche. Se lo tomó y cogió un par de bolsas de patatas y un paquete de galletas de chocolate; con eso tenían más que suficiente. Miró el reloj que marcaba las nueve de la mañana y media. Era un poco, bastante, pronto para estrenar un documental en directo… pero no podían hacer nada y estaba claro que no se lo iban a perder.
-¡Jodie! ¡Date prisa que está a punto de empezar! – la avisó Sam.
-¡Ya voy, ya voy! – respondió la pequeña sonriendo.
Con las manos llenas de cosas se acercó al sofá y se sentó. Advirtió a sus amigas, como de costumbre, que tuvieran cuidado con el sofá o sino su madre la mataría… Ya que siempre lo ponían todo perdido y luego le tocaba recogerlo a ella. A los cinco minutos de acomodarse en el sofá en la televisión anunciaron el inicio del documental. Empezó con imágenes de los castings de Factor X, siguió con momentos duros sobre el momento en que creían que no participarían en el concurso… Y finalmente la alegría de ser puestos en una banda. Las chicas lloraron al recordar esos momentos que habían vivido en directo hacía cosa de un año. Los vieron crecer como banda y como personas en aquel programa y ahora que estaban fuera de él seguían creciendo más y más. Lo realmente increíble era que después de todo eso ellas hubieran tenido la oportunidad de estar con ellos en persona pudiéndose considerar más que unas fans, aunque sólo fuera por unos instantes. En el documental se mostró también el proceso de grabación y promoción del álbum. Los conciertos, y las miles de firmas que estaban llevando a cabo. Salieron muchas fans, emocionadas, hablando sobre los chicos y lo mucho que significaban para ellos… Al igual que también había pequeñas confesiones de los chicos sobre las fans y sobre aquel sueño. Pusieron imágenes de la primera actuación fuera del programa y del disgusto de Harry porque creía que lo había hecho mal; y las tres lloraron hasta que se les acabaron las lágrimas. Había muchas cosas que podías hacer en un año… muchas cosas que quedaron resumidas en un documental de una hora y pocos minutos.
La pantalla se quedó negra, y las chicas se miraron en silencio. Durante esa hora y poco muchas emociones habían recorrido sus cuerpos; emociones como alegría, tristeza, orgullo, amor… Todas juntas, como si fueran un cóctel. Naomi suspiró conteniendo las ganas repentinas que le habían entrado de llamar a Louis. Posiblemente lo llamaría luego, cuando estuviera sola, con alguna excusa sobre el cumpleaños de Jodie. Ya se inventaría algo; necesitaba escuchar su voz aunque fuera a través del teléfono. 
-Les ha quedado guay, eh. – comentó Sam.
-Sí, han resumido muy bien todo lo que les ha pasado en este año – siguió Jodie.
-¿Qué opinas tú, Naomi? – preguntó la rubia.
-Ha sido precioso. Me ha gustado mucho. – sonrió aunque ella realmente en aquel momento solamente pensaba en Louis.
-A mi me ha dado mucha pena ver a Harry llorar. – volvió a hablar Jodie.
-Lo sabemos. No habías llorado tanto desde que quedaron terceros en “Factor X”. – rió Sam. – ¡Que sensiblona eres!
-Pues sí, lo reconozco. Y además, Harry me pone más sensible todavía. – reconoció la pequeña. Se secó una tierna lágrima que le caía de los ojos, y se tocó los labios recordando aquel beso que se dieron unos meses atrás.
-Harry y tu… Tú y Harry – suspiró Naomi. – Sois un quiero y no puedo.
-No somos nada. Básicamente porque él no quiere, y yo no puedo si él no quiere nada.
-Pues haz que quiera – sugirió Sam.
-¿Estás insinuando que, Harry Styles, puede querer tener algo conmigo? No te lo crees ni tú. – otro recuerdo. Harry y ella en el jardín tumbados mientras él le besaba el cuello.
-Pues porque tú no quieres, Jodie. – insistió la rubia.
-Ai, Sam… No seas pesada. Es imposible que él y yo estemos juntos. Punto y final. – esta vez su cabeza recordaba cuando Harry la siguió hasta el baño de la revista.  
Se quedaron en silencio y una frase resonó en la cabeza de la pequeña Jodie; “Besas bien, pero sigue sin cambiar nada.” ¡Maldito rizos! La iba a volver loca un día de estos… Sus amigas no sabían que aquel beso se había producido puesto que, como bien había dicho Harry, aquello no cambiaría las cosas. 
Naomi se levantó del sofá, pensativa, y se disculpó diciendo que iba al baño. Sus amigas le sonrieron a modo de respuesta y se quedaron hablando en el comedor sobre cualquier otra cosa que no fuera One Direction. Ya habían tenido suficiente por aquel día, y más después de toda la llorera. La chica de pelo rizado se encerró en el baño de la segunda planta para que sus amigas no escucharan nada. Una vez allí se sentó en el borde de la bañera y sacó su teléfono móvil. Rebuscó entre los contactos. Anne. Alice. Abigail. Charlie. Christina. David. Danielle. Eleanor. Bajó más, buscando a una persona en concreto. Nombres y más nombres. ¿Desde cuándo tenía tantos contactos? ¡Qué agobio de teléfono! Suspiró aliviada al encontrar, por fin, el número que estaba buscando. Louis Tomlinson. ¿Debía llamarle? No estaba segura, y mucho menos sabría que decirle. Se apartó el pelo de la cara. Ya había pasado mucho tiempo y no le había llamado. No tendría mucho sentido que lo hiciera ahora… De todas maneras, no se lo pensó mucho más. Necesitaba escuchar su alegre y melodiosa voz pronunciando su nombre. Pulsó la tecla de llamada y se colocó el aparato en la oreja esperando pacientemente a que él contestara.
-¿Si? – dijo el veinteañero.
Ella se quedó en silencio unos segundos, y se apartó el pelo de la cara otra vez pensando algo coherente que decir. Escuchó la respiración calmada de Louis al otro lado de la línea.
-Hola, Louis. – la voz de Naomi era casi un susurro.
-¿Naomi? – preguntó él sonriente.
-¿Cómo sabes que soy yo?
-Digamos que… soy listo – ambos rieron. -  La única persona la cual tenía mi número, pero yo no tenía el suyo eras tú… Así que no me quedaban muchas más opciones.
-Será eso… - comentó ella un poco decepcionada. Ella había esperado una respuesta como “Porque reconocería tu voz en cualquier sitio”… Pero aquello era totalmente imposible.
-¿No me crees? Te juro que no voy dando mi número por ahí a todo el mundo, sólo a las personas que me interesan. – dijo él tratando de convencerla ya que había escuchando su voz un tanto diferente.
-Entonces, ¿yo te intereso? – preguntó ella.
-¿No ha quedado suficientemente claro?
-A mi no demasiado. ¿Y a ti?  - se tocó el pelo imaginando que estaría haciendo él e aquel instante.
-Yo lo tengo bastante claro. – rió él. Se quedó en silencio – Bueno…Ya me encargaré de que te quede claro. – añadió con un tono misterioso.
-Me das miedo, Louis.
-Soy inofensivo, tranquila. – ella rió.
-Si tú lo dices…
-¿Estás insinuando que soy un peligro? – Louis se sentó en el suelo del balcón de su habitación dónde unos meses antes se había sentado ella después de que él la besara. 
-No lo insinúo, lo confirmo.
-¿Y porqué, según tu, estoy catalogado como especie peligrosa? – ambos rieron.
-¡Eh, lo de “especie peligrosa” te lo has sacado de la manga! – le reprochó Naomi.
-Puede que, un poco, sí. Pero ese no es el tema… ¿Porqué soy peligroso?
Naomi suspiró. Para ella Louis Tomlinson era peligroso porque cada vez que estaba cerca de ella hacía que perdiera el control; que su corazón funcionara más rápido de lo habitual, que su cabeza dejara de pensar con coherencia, que sus piernas fallaran… Era peligroso cuando sonreía, y cuando la miraba con sus infinitos ojos azules. Su sola existencia alteraba los sentimientos de aquella chica, y sentir su presencia cerca era altamente peligroso. Pero no podía decirle todo aquello… o sí. ¿Al señor Tomlinson no le gustaba jugar? Pues jugarían.
-Eres peligroso porque totalmente irresistible, y eso no es bueno para las chicas.
-¿Irresistible, eh? – ella asintió aunque Louis no la viera. – Me gusta.
-Egocéntrico.
-Guapa.
-Gracias – dijo ella riéndose. Este chico era la persona más adorable que ella había conocido en su vida.
-De nada.
Se quedaron en silencio unos segundos. Naomi debía darse prisa con la llamada ya que sus amigas empezarían a sospechar por su tardanza, así que improvisó una excusa para el motivo de su llamada.
-Oye Louis, yo te llamaba para saber si habéis grabado ya el vídeo para la fiesta de Jodie… es que lo necesitamos. Te lo comentó Eleanor, ¿verdad?
-Claro que me lo comentó. Y no te preocupes que ya está hecho. Ella tiene tu cuenta de correo, ¿no? –Naomi emitió un sonido gutural en forma de respuesta. – Pues te lo enviará cuanto antes; yo mismo me encargaré de recordárselo.
-Vale. Muchas gracias por todo, de verdad. Le hará mucha ilusión. – sonrió ella.
-No es nada. Además se lo merece.
Se escuchó un grito; era Sam reclamando la presencia de la chica.
-¿Quién te llama? – preguntó él.
-Sam. Supongo que Jodie empezará a sospechar de mi ausencia.
-Bueno, pues no te entretengo más.
-Ya hablaremos – dijo Naomi a modo de despedida.
-Nos vemos pronto. Adiós. – finalizó él.

Salió del baño y se reunió con las chicas otra vez no sin dejar de pensar que quería decir Louis con ese “Nos vemos pronto”. A saber que tenía en mente... Aceptó que nunca entendería el funcionamiento interno de la mente de Louis e intentó no volver a pensar en ello. Pero fue un poco imposible.
Aunque la única cosa que era imposible de parar era el tiempo, que seguía pasando indiferentemente para todo el mundo. Quedaban solo dos días para el cumpleaños de la pequeña Jodie y Harry aún no tenía del todo claro que iba a regalarle.  


Besos y abrazos:
Mery Da Font.

3 comentarios:

  1. M'ancanta i no et preucupis tothon te Examens aquets dies. Quan pugiis puja el seguent capitul que m'ancanta la novela

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  2. Tranquilaa estem tots igual!! Jajaja mencantaa<3

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  3. Hola guapíssima!

    Perdona per no escriure abans, però no sabia que ja l'havies pujat! Els capítols que no passa res també m'agraden, tots tenen alguna cosa especial! :) Amb ganes del següent ja ho saps!

    Molts petons petita gran escriptora! :)

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